La Puerta del Sol, la Gran Vía, la calle Preciados fueron el escenario principal del segundo encuentro de hermanamiento de las Águedas de La Casa de Zamora en Madrid con las de San José Obrero de Zamora.
El día festivo se hacía notar desde el primer momento, música tradicional a raudales por los grupos de gaiteros y de dulzaineros, bromas, risas, y un buen ambiente absoluto que llevó un poco de alegría a las calles de Madrid, a pesar del día oscuro.
Pero las protagonistas todos teníamos claro quiénes eran, las mujeres, las mujeres zamoranas. Y lo dejaron claro a todo el mundo, era SU día. Tras el pregón y el intercambio de regalos todas asistieron a la misa en honor de la Santa. Después el contexto festivo se desbordó por las calles del centro. Tras el almuerzo, bien merecido, la fiesta propiamente dicha en las instalaciones de La Casa de Zamora, donde el júbilo contagiaba a todo el mundo durante toda la tarde.
“Hemos intentado agradecer todo lo posible el recibimiento que tuvimos nosotras en Zamora y corresponder a las Águedas de San José Obrero como se merecen. Deseamos que esto se repita muchísimas veces” (Mari Luz Uña, presidenta de La Casa de Zamora).
Por otro lado la semana pasada las Águedas de La Casa de Zamora compartieron escenario con las de La Casa de Castilla y León en Tres Cantos. Gracias a la invitación de estas últimas, pudimos disfrutar de una actuación fantástica de diversos grupos, entre los que se encontraban Arribes del Duero y Urzes, de La Casa de Zamora en Madrid.