¡¡GRACIAS A TODAS Y A TODOS POR HACER DEL DÍA DE ZAMORA EN MADRID UN ÉXITO COLECTIVO!!

26/10 2009 | Noticias

La Junta Directiva de la Casa de Zamora en Madrid quiere agradecer a todos los ciudadanos, a todas las instituciones y a todos los empresarios que, con su trabajo y con su presencia, hicieron posible el éxito del Día de Zamora en Madrid. El evento del pasado 24 de octubre en el IFEMA reunió a más de 1.500 personas que demostraron su compromiso con Zamora, el compromiso con su tierra. Fue el compromiso de todas aquellas personas que saben que una tierra, que una identidad, que un presente y que un futuro se construyen contando tanto con los que residen en Zamora como con los que tuvieron que emigrar.

Como institución de la sociedad civil, nos sumamos también al tono, al fondo y al espíritu del editorial que La Opinión de Zamora dedicó el 25 de octubre al Día de la Provincia de Zamora en Madrid, y que a continuación reproducimos íntegramente:

EDITORIAL DEL 25 DE OCTUBRE DE 2009 DE LA OPINIÓN DE ZAMORA. La Diputación de Zamora celebró ayer en Madrid el Día de la Provincia, la primera edición que sale fuera del ámbito habitual, el Palacio de la Encarnación, en la capital, y los municipios zamoranos. El acto estuvo respaldado por más de 1.500 personas y supuso una manifestación institucional de primer orden y también una fiesta de exaltación de estas tierras del occidente español, que fuera tienen un reconocimiento especial por la fuerza del colectivo emigrante. La presencia del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, dio aún más resonancia al acontecimiento y sirvió de homenaje a los zamoranos que viven en la Comunidad madrileña.

Precisamente ese ha sido uno de los motivos de llevar el acto a la capital de España, el reconocimiento a quienes han salido de su lugar de origen y allí donde están (en la Comunidad madrileña viven 50.000 zamoranos) siguen manteniendo el sentir primero. Pero no sólo por el lugar de celebración fue innovador el acontecimiento, también porque, por primera vez, se entregaron premios de reconocimiento a un puñado de zamoranos por sus méritos en determinados ámbitos y, también porque el mundo de la empresa tuvo un papel muy importante, algo que hay que destacar en tiempos de crisis y dificultades económicas.

La Diputación y la Casa de Zamora en Madrid, que organizaron finalmente el acto en Ifema debido a que la asistencia fue mayor de la que preveía la organización en el Real Aeroclub, incluida la comida que pagó cada uno de los comensales, se vieron sorprendidas por la gran respuesta popular.

El traslado de la celebración del Día de la Provincia a Madrid se hizo a instancias de la entidad zamorana en la capital. También hay que resaltar la labor desempeñada por la Hermandad de Empresarios del Taxi, muy ligada a Zamora, que estuvo representada por buena parte de sus socios y que durante semanas ha hecho una importante labor de promoción del acontecimiento en la capital de España.

Lástima que no asistieran a los actos representantes del PSOE, poniendo de manifiesto que la política, ejercida por los partidos, se mueve a veces por cánones poco reconocibles. El Día de la Provincia debe estar por encima de cualquier interés partidista y debe ser una muestra del sentir zamorano con mayúsculas, una jornada para reflexionar sobre el presente y el futuro de esta tierra, que forma parte de una bolsa de estancamiento económico agravado por una imparable sangría poblacional que está llevando a muchas comarcas a una situación insostenible. Esta celebración institucional debe ser también el foro ideal para impulsar los valores más positivos y para buscar soluciones a las graves taras que lastran el desarrollo provincial. La primera, sin duda, la despoblación, para la que es urgente buscar soluciones desde la Diputación y de otras instituciones como la Junta de Castilla y León.

Llevar el Día de la Provincia a otras zonas del país no parece mala idea, sobre todo si allí, como ocurre en Madrid, viven muchos zamoranos que sienten como tales y militan todo el año en la defensa de unos valores que aprendieron en su lugar de origen. Entre éstos, un buen ramillete de emprendedores que se han empeñado en demostrar fuera que no es cierto que Zamora sea una tierra poco proclive a las iniciativa y a la creación de empresas.

Hay que resalta la excelente idea de la Diputación de premiar a quienes, en distintas tareas, han destacado a lo largo del año. Es una forma de dar contenido y empaque al acto institucional y de reconocer el esfuerzo y el trabajo de los hombres y mujeres de esta tierra. Domingo Dacosta, José Luis Calvo, Miguel Manzano, Emilio Merchán y Román Rodríguez son un buen ejemplo de como se puede luchar por la provincia desde esquinas tan diferentes como la solidaridad, la empresa, los valores humanos, el deporte y la emigración.

La celebración de ayer cumplió los objetivos de «dar a conocer nuestra tierra» que se habían marcado Diputación y Casa de Zamora. La capital de España brinda un enorme potencial de mercado para cualquier producto y especialmente para los agroalimentarios de los que tanto presume Zamora. Siempre se ha dicho, y es verdad, que los mejores embajadores de esta tierra son quienes viven fuera y ayer volvió a demostrarse.

Pero la Diputación, protagonista deslumbrante en Madrid, no puede dormirse en los laureles, tiene mucho trabajo por hacer en favor de una provincia con enormes posibilidades y también con muchas necesidades. Ahí está la red provincial de carreteras, manifiestamente mejorable; las infraestructuras básicas, que hay que garantizar en pueblos grandes y pequeños; la ayuda permanente a los municipios para la recuperación y promoción del patrimonio artístico y medioambiental; la necesidad de potenciar proyectos de desarrollo que fijen población en el ámbito rural. La crisis económica está poniendo al límite a muchos ayuntamientos, que necesitan el apoyo de la institución provincial. Ahora, más que nunca, la Diputación resulta imprescindible para mantener el equilibrio territorial en la provincia. Y para eso necesita ser paraguas y trampolín, potenciando la red de agentes de desarrollo rural, que ninguna iniciativa se pierda por desidia institucional.